Somos una Familia en movimiento y dispuesta a vivir la caridad apasionadamente

El cierre de cada año nos lleva a revisar los pasos dados. Proyectos, obras, actividades, visibilizan una parte importante de la vida de las comunidades de Don Orione. Nuestros donantes son protagonistas con su generosa ayuda que las hace posible.

Don Orione siempre imaginó a su congregación, la Pequeña Obra de la Divina Providencia, como "una planta única, pero con diversas ramas, todas dirigidas al cielo y florecientes de amor a Dios y a los Hombres".

Esa imagen fue su deseo: una familia unida en la diversidad, con lugar para todos quienes quisieran donar su vida en la caridad a sus hermanos, en especial los más desamparados, desprotegidos y olvidados.

Así, en este 2022, con pasión y creatividad, con compromiso y esperanza, con audacia y fe, seguimos los pasos del Apóstol de la Caridad dando vida a diversas acciones pastorales que nos representan como una Familia que peregrina y hace posible el carisma de la Divina Providencia en cada una de sus comunidades y obras.

"La crisis actual nos invita a reavivar la creatividad evangélica para que nadie se quede sin una comunidad de fe que los contenga, sin un horizonte de sentido y de vida... sin la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo". Junto a las palabras del papa Francisco, hoy queremos mostrar de otra forma esa "planta única, pero con diversas ramas": cottolengos, parroquias, capillas, colegios, misiones, hogares, talleres, grupos de formación.

En definitiva, se trata de obras que se sostienen y concretan también gracias a la generosa colaboración de nuestros donantes, que nos ayudan a llevar adelante el pedido de Don Orione de "estar siempre a la cabeza de los tiempos".