(19/11/2024) Durante el fin de semana del 16 y 17 de noviembre, casi 300 personas, entre laicos, laicas consagradas, religiosos y religiosas se dieron cita para celebrar el Encuentro de Familia Orionita 2024 bajo el lema: “Danos María, un corazón ardiente y generoso como el de Don Orione”, evento que se lleva a cabo cada dos años.
Este año, el encuentro se desarrolló de manera simultánea en tres sedes: Las comunidades del Nea de Argentina y Paraguay en Itatí, Corrientes; en Claypole, Buenos Aires, se reunieron las comunidades de Buenos Aires y Uruguay; mientras que, en La Falda, Córdoba, la celebraron las comunidades del centro de Argentina.
Durante el primer día, las comunidades participantes hicieron uso de su creatividad para presentarse; durante la tarde se desarrollaron charlas e iluminaciones que giraron en torno al lema del encuentro, el Año de la Oración, el Año Mariano Orionita y los 20 años de la canonización de San Luis Orione acompañados por actividades de conversación y reflexión grupales, los participantes de Buenos Aires y Uruguay lo tuvieron un itinerario carismático en el Cottolengo de Claypole, cerrándolo con un momento de oración frente al corazón de San Luis Orione; el NEA y Paraguay participó de la Misa Mensual que se celebra en la Basílica de Nuestra Señora de Itatí, dejando las intenciones de la familia orionita a los pies de la Madre de Itatí; los asistentes de la zona Centro vivieron un Rosario meditado con las palabras de Don Orione que tuvo como escenario los cerros cordobeses y la participación de los vecinos de la ciudad; por la noche, durante el fogón, los sketches y representaciones de los asistentes nos hicieron reír, emocionar y coronando una jornada inolvidable.
El domingo, nos pusimos en la presencia de nuestro buen Dios a través de momentos de oración y el rezo del Rosario, se realizaron momentos comunitarios, juegos y reflexiones testimoniales, cerrando con la Santa Misa y el almuerzo de camaradería, cerrando este encuentro con un poco de tristeza por la despedida y ese gustito a poco, sintiendo que el fin de semana se pasó tan rápido, pero con el corazón repleto de anécdotas, alegría, y la satisfacción de reencontrarnos con personas queridas de otros lugares, el haber podido hacer nuevas amistades, y el gozo de saber que somos una gran familia que late al unísono del corazón de nuestro querido Dono.