“Millones de corazones en torno al corazón del Papa”

(08/05/2025) Roma – El P. Tarcísio G. Vieira, Superior General Hijos de la Divina Providencia, nos invita a recibir con gozo y gratitud al Papa León XIV, confiando su ministerio a la intercesión de María, y a la protección de nuestro Fundador San Luis Orione.

Roma, 8 de mayo de 2025

Queridos hermanos Hijos de la Divina Providencia

Habemus Papam!

Desde la Sede Apostólica ha resonado el anuncio que llena de gozo y emoción nuestro espíritu orionino: ¡Habemus Papam!

«De repente se vio abrir el ventanal de la fachada de San Pedro donde suele aparecer el Papa para dar las bendiciones. Se desplegó un gran paño y entonces hubo un aplauso. Pero aún no se sabía quién era ni qué nombre asumiría. (…) Finalmente, en el balcón apareció la cruz con el Cardenal diácono… Toda la plaza de San Pedro era una sola cabeza… El Cardenal diácono comenzó entonces a hablar y dijo: «Habemus Papam».» (Don Orione, 07/03/1939)

La Iglesia universal tiene nuevamente su Pastor Supremo, el 267º sucesor del Apóstol Pedro en la Cátedra Romana. Con corazón filial y ánimo exultante, acogemos al Santo Padre Robert Francis Prevost, quien ha tomado el nombre de León XIV.

«Luego el nuevo Papa compareció entre un delirio de aplausos… dio la primera bendición, amplia, grande. Fue un momento de gran conmoción. Habrán oído también ustedes la voz del Papa al dar esa primera bendición.» (Don Orione, 07/03/1939)

Queridísimos Cofrades, con gozo y gratitud acogemos al nuevo Santo Padre, religioso agustino, a quien Dios ha elegido para guiar Su Iglesia en este tiempo de desafíos y esperanzas. Hemos rezado con devoción, invocando al Espíritu Santo para que iluminara el discernimiento de los Cardenales. Ahora, con fe renovada, reafirmamos nuestro compromiso de ser humildes instrumentos en las manos del Papa, para servir a la Iglesia y a los más necesitados. Don Orione nos enseñó que nuestro amor y nuestra devoción no están dirigidos a un nombre, sino al Papa, como representante de Cristo en la tierra. «Nosotros no miramos si es Papa uno u otro, ni el nombre que tiene, ni su pasado. Es siempre el Papa a quien vemos en la fe, es siempre el Papa a quien amamos: a Él debemos nuestra veneración, nuestra obediencia de discípulos y de hijos.» Bien sabemos el profundo amor y la devoción inquebrantable que tuvo nuestro Fundador por el Sucesor de Pedro.

En este espíritu, acogemos de todo corazón al Papa León XIV. A Él va desde ahora nuestra obediencia incondicional, nuestra profunda veneración y nuestro más sincero amor filial. Reconocemos en Él la guía segura que Cristo mismo nos regala en estos tiempos.

Nuestro compromiso, como Hijos de la Divina Providencia, se renueva en este momento solemne. Debemos, según la exhortación de Don Orione, «palpitar y hacer palpitar miles y millones de corazones en torno al corazón del Papa».

Esto significa intensificar nuestra oración por su persona y por su ministerio, y, sobre todo, vivir con compromiso nuestra vida y tener una caridad concreta, llevando al corazón del Santo Padre especialmente a los pobres, los afligidos y los humildes, que son los «verdaderos tesoros de la Iglesia de Jesucristo».

Sabemos bien cuántos obstáculos deberá afrontar el Santo Padre en su ministerio. La mentalidad moderna está tratando de reducir cada vez más el influjo que el Magisterio pontificio tiene sobre la gente. Pero nuestro carisma y el Cuarto Voto nos comprometen a combatir a su lado.

Prot. TV-25.42 – Pag. 2

En el año de la Asamblea General de Verificación, cuyo principal objetivo es relanzar el Capítulo, retomamos especialmente la Línea de Acción n. 13 del XV Capítulo General: «Cómo vivir la fidelidad al Papa en el contexto actual». Renovamos nuestra adhesión al sueño de una Congregación «constructora de comunión y de paz en torno al Papa»: «El fin principal de nuestra Congregación es vivir del amor al Papa, y difundir, especialmente entre los pequeños, los humildes, en el pueblo, el amor más dulce al Papa, y la obediencia plena y filial a Su palabra, a Sus deseos. Sobre todas nuestras frentes debe estar escrito y llevado en alto el nombre del Papa; sobre todos nuestros corazones debe estar grabado el nombre bendito del Papa; nuestra vida debe estar consagrada al Papa y a la Santa Iglesia de Jesucristo.» (Scritti 52, 110)

Esta misma Línea de Acción, animada por el fuego de nuestro carisma, nos propone traducir en acciones concretas nuestra profunda y filial fidelidad al Papa, ofreciendo pistas prácticas para encarnar este amor en el dinamismo del contexto actual:

  • Con la mirada atenta de los Consejos Provinciales, vigilemos para que nuestras iniciativas apostólicas, en sus proyectos y en su realización, sean el reflejo del carisma de eclesialidad y papalidad que Don Orione nos ha dejado en herencia. El instrumento para utilizar son los indicadores carismáticos en los diversos proyectos apostólicos. (cf. XV CG, 91)
  • Corresponde a los Superiores Mayores y a los Superiores de las Comunidades la tarea vital de mantener viva la llama de nuestro profundo amor y de nuestra inquebrantable fidelidad al Papa y a su Magisterio. Este ardor se exprese con creatividad y renovado impulso, buscando vías siempre nuevas para testimoniar esta devoción. La Oración semanal por la Fidelidad al Papa y la Fiesta del Papa sigan siendo signos elocuentes y conmovedores de nuestra identidad orionina en el mundo. (cf. XV CG, 92)
  • Siguiendo las huellas de Don Orione, maestro insuperable en acercar a quienes se consideraban lejanos, incluso a aquellos que las corrientes de la época habrían querido extraños a la Iglesia (los modernistas), convirtiéndose él mismo en puente viviente de unión, nosotros Religiosos hacemos nuestro este estilo. Asumimos con compromiso una actitud constante marcada por la búsqueda sincera y paciente de la comunión, rechazando toda forma de contraposición estéril, para ser auténticos constructores de unidad en el cuerpo eclesial y en la sociedad. (cf. XV CG, 93)
  • Animados por un vivo deseo de crecer en la comprensión y en el seguimiento del Magisterio Pontificio, nos comprometemos a conocer, profundizar y hacer nuestras las riquezas del pensamiento y las indicaciones del Papa. Y con impulso apostólico nos proponemos ser fervorosos anunciadores de su Magisterio, utilizando con creatividad y pasión todos los instrumentos a nuestra disposición para llevar su voz lo más lejos posible. (cf. XV CG, 94)

Hermanos, que nuestra fidelidad al Papa sea un signo luminoso en el mundo, que testimonie la cohesión y la vitalidad de la Iglesia, guiada por el Espíritu Santo a través de su Pastor visible. La historia nos recuerda cuántos santos Papas han iluminado el camino del pueblo de Dios; estamos llamados también nosotros, a nuestra pequeña medida, a contribuir con nuestra santidad de vida a esta gloriosa sucesión.

Elevemos pues nuestras súplicas al Señor por el Papa León XIV, confiando su altísimo ministerio a la intercesión materna de la Bienaventurada Virgen María, Madre de la Divina Providencia, y a la protección de nuestro Fundador San Luis Orione.

Unidos en Cristo y en la caridad de Don Orione, con filial devoción al Santo Padre, fraternalmente,

P. Tarcísio G. Vieira – Superior General Hijos de la Divina Providencia

Más novedades

San Luis Orione en el Cottolengo de Claypole

El próximo 16 de mayo , el Pequeño Cottolengo Argentino de Claypole celebrará sus 90 años de historia, una trayectoria marcada por el amor, la entrega y el compromiso con quienes más lo necesitan.