Parroquias
Parroquias, capillas y santuarios
Gran parte de la misión de la obra Don Orione, se realiza desde parroquias, santuarios, capillas en barrios urbanos y zonas rurales; auténticos espacios de crecimiento en la conciencia de discípulos-misioneros, y compromiso con el Reino de Dios y su justicia.
El apostolado en estas comunidades expresa el anhelo siempre mayor de pertenencia al pueblo de Dios, en comunión eclesial, y al servicio de los hermanos, para llevar a Jesús a los pobres, y los pobres a la Iglesia de Jesús.
La catequesis, la celebración de la fe, y la promoción humana, son parte esencial de las parroquias y centros evangelizadores orionitas, que continuamente abren sus brazos y el corazón
para estar cerca de los más necesitados, y responder con sencillez y coraje a los signos de los tiempos.
Desde cada comunidad, la Familia Orionita quiere compartir al mundo el testimonio de un Jesús vivo y cercano a los hombres y mujeres de hoy, con la pasión con que lo expresaba el Fundador: “No fueron los milagros ni su resurrección los que me conquistaron, sino su amor: ¡ese amor que venció al mundo!”.
Un poco de historia
La Familia Orionita comenzó en Argentina a partir de una parroquia, que desde principios del siglo veinte, era tan sólo una iglesia abandonada ubicada en el pueblo de Victoria, al norte de la Capital Federal.
En su primer viaje a Buenos Aires a fines de 1921, Don Orione recibió el pedido expreso de Monseñor Alberti, obispo de La Plata, de recorrer el lugar. Quedó extasiado al hallar en el interior del templo una imagen de la Virgen de la Guardia, por la cual guardaba una especial devoción: “¡Es la Virgen de la Guardia! Vine a la Argentina con la intención de edificar una iglesia a la Virgen, pero la Virgen fue más diligente que yo y me la da ya hecha”.
Fue la presencia de la Virgen, a la vez que el desafío por evangelizar a un pueblo de no más de 400 habitantes -muchos de ellos adversos a la fe- lo que decidió a Don Orione a plantar su Congregación en nuestras tierras.
Finalmente, el 11 de febrero de 1922 el mismo Don Orione junto al Padre José Zanocchi, llamado por el fundador para que viniera a la Argentina y ser su primer sucesor aquí, se hizo cargo de la iglesia, que años más tarde sería erigida como “Parroquia Nuestra Señora de la Guardia”.